Cuando nos dedicamos a practicar un deporte en el cual la resistencia aeróbica juega un papel fundamental (ciclismo, natación, futbol, etc.) siempre es de vital importancia entrenarla; y desde hace más de una década se han buscado implementar distintas técnicas para lograr mejores resultados. Uno de los más conocidos en redes sociales o foros de entrenamiento son las famosas máscaras de altura o entrenamiento, o como se llaman verdaderamente: “máscara de hipoxia”.
Así que si en algún momento tuviste la duda sobre cómo funcionan estos aditamentos y qué mejoras te podría ofrecer en tus entrenamientos sigue leyendo este blog. ¡Qué lo disfruten!
La máscara de entrenamiento de hipoxia ha sido diseñada para intentar simular los efectos del entrenamiento en altitud restringiendo la entrada y salida del aire durante ejercicios cardiovasculares especialmente, entrenando así los músculos respiratorios. La ventaja principal de esta máscara sería teóricamente una simulación a nivel del mar de los efectos del entrenamiento en altura con una herramienta más accesible económicamente. Se supone que el entrenamiento con la máscara incrementa la capacidad pulmonar, el umbral anaeróbico, el consumo máximo de oxígeno, la producción de energía y la resistencia física y mental. No obstante, al día de hoy nada de esto está contrastado científicamente.
¿Verdaderamente funciona?
Cuando se comparan los efectos tras un entrenamiento físico se observa que entrenar con la máscara no ofrece ventajas respecto a la mejora del consumo máximo de oxígeno o de las variables hematológicas, aunque sí mejora el umbral ventilatorio y el punto de compensación respiratoria. Se sugiere que el uso de la máscara durante entrenamientos de alta intensidad no parece actuar como un simulador de entrenamiento en altura real y actúa más bien como un entrenamiento más específico para la musculatura respiratoria.
En resumen, la máscara de entrenamiento en hipoxia, a pesar de ser una herramienta novedosa y asequible para cualquier usuario que se dedique al fitness o deporte, parece que no consigue la mayoría de los beneficios que se exponen anteriormente y estos se centran especialmente en la musculatura respiratoria más que en variables relacionadas con el consumo de oxígeno o composición hematológica. Además, la evidencia en la actualidad sobre el tema es limitada, los estudios son de baja calidad y se necesita seguir investigando esta herramienta para conocer sus ventajas reales en el deporte y el fitness.
Ahora que conoces todo sobre la máscara de entrenamiento, ¿te gustaría agregarlo a tus entrenamientos? ¡Platícanos en los comentarios! Recuerda que tu opinión es muy importante para nosotros.